La luz forma una parte súper importante en el mundo del interiorismo, no solo cumple la función de iluminar nuestros espacios si no que con ella creamos atmósferas diferentes a lo largo de nuestro hogar. El tipo de iluminación que elijamos puede influir en el estado de ánimo,la productividad y hasta la percepción visual de un lugar.

2 Luces frías, cálidas y neutras 

La temperatura de la luz  juega un papel crucial en la percepción del ambiente. Las luces cálidas, con tonos amarillos, suelen generar una sensación hogareña y acogedora. Por otro lado, las luces frías, con tonos blancos, tienden a ser más estimulantes, por eso se emplean comúnmente en entornos de trabajo.

Un ejemplo claro es el uso de luces frías o neutras en cocinas y baños, ya que este tipo de iluminación favorece una sensación de amplitud. En cambio, en las salas y recámaras, es preferible optar por una iluminación más cálida. En estos espacios, donde se disfruta de momentos de relax, como maratones de películas, lectura de libros o charlas con amigos acompañadas de una taza de café, la iluminación cálida contribuye a crear un ambiente acogedor. Sin embargo, estas pautas no son inquebrantables.

Es posible combinar diferentes tipos de luces para crear texturas y ambientes interesantes. Por ejemplo, en un estudio, donde se necesita concentración para trabajar o estudiar, pero también se busca relajarse viendo vídeos o jugando con amigos por la noche, una mezcla de iluminación cálida y fría puede proporcionar tanto la concentración necesaria como la calidez para momentos de descanso.

3 Distribución de la luz 

Para crear ambientes más armónicos hay que evitar iluminar solo un punto de la habitación, hay que distribuirla de manera equitativa a lo largo de la habitación.

Para crear ambientes más armónicos, es fundamental evitar iluminar solo un punto de la habitación y distribuir la luz de manera equitativa a lo largo y ancho del espacio. Esto no solo proporciona una iluminación más uniforme, sino que también ayuda a evitar sombras indeseadas y puntos de luz excesivamente brillantes que puedan resultar deslumbrantes. Además, al distribuir la luz de manera equitativa, se crea una sensación de amplitud y confort en toda la habitación.

También permite resaltar los diferentes elementos decorativos y muebles, agregando profundidad y dimensión al ambiente de manera sutil y elegante.

4 La luz natural

La luz natural es un elemento fundamental en el diseño de interiores, que aporta una serie de beneficios tanto estéticos como prácticos.

Al igual que ayudar a reducir el consumo de energía y los costos asociados con la iluminación artificial. Al aprovechar al máximo la luz del sol, podemos minimizar la necesidad de encender luces eléctricas durante el día, lo que a su vez reduce nuestra huella de carbono y contribuye a la sostenibilidad ambiental.

En lo personal mi parte favorita a la hora de decorar los espacios de mi hogar es la iluminaciòn, me encanta cómo puede transformar por completo un espacio, convirtiéndo en uno de los protagonistas al entrar, jugar  con texturas, colores y, especialmente, con luces LED de diferentes tonalidades.Estos toques de color  resaltaran  áreas específicas y crearan  contrastes que complementen la estética general del lugar. La combinación de luz y color añade profundidad y calidez, convirtiendo mis espacios en un reflejo de mi estilo y personalidad. 

En definitiva, la iluminación es mucho más que un simple elemento funcional; es una herramienta creativa que da vida y carácter a cada rincón de nuestros hogares.