Esta entrada es una de las que más me ha costado escribir, tenía en la cabeza tantas ideas que exponer y tenía que encontrar la forma de decirlo más Social friendly posible, espero lo haya logrado y solo les diría salgan de su zona de confort para crear mejores sociedades.
El blog de hoy va relacionado más a un tema profesional que de diseño, un tema que espero haga inquietud en la mente de mis colegas y de futuros profesionistas y ciudadanos; y para todos aquellos que quieran saber lo que es ser un emprendedor en México, desde el punto de vista de una arquitecta.
Mi inquietud por hablar del emprendimiento inició con una asistencia a un Congreso de Emprendimiento que como era de esperarse asistían sólo estudiantes o profesionistas de carreras afines a negocios, fácilmente pude ser la única arquitecta o de alguna carrera creativa que se encontraba ahí, inmersa en el mundo de los negocios, y no me enorgullece decirlo; más bien me decepciona un poco que hayamos llegado a una polaridad tan grande que los arquis solo asistimos a congresos de diseño y los de negocios solo asisten a congresos de negocios, y entonces terminamos relacionándonos/asociándonos con personas que hacen lo mismo que nosotros; ¿y porque esto es importante? ¿A quién le vendemos entonces nuestras ideas de diseño? a otros creativos que por supuesto saben aprecian nuestro trabajo, pero ¿Queremos que más creativos aprecien nuestro trabajo? o ¿deberíamos estar más preocupados porque el mundo de afuera entienda (y por ende valore) la necesidad de un buen diseño? y por otro lado, tenemos empresarios que siguen desarrollando empresas en donde el diseño no es considerado una oportunidad de negocio, porque fuera del círculo creativo es imposible entender las ventajas del diseño.
¿Y por qué es relevante para mí hablar de este tema? Bueno, una de los retos más grandes a los que me he enfrentado como empresaria (sí, como dueña de un negocio) es la venta del diseño como respuesta a una necesidad, ¿Cómo mostrarle a una sociedad, acostumbrada a vislumbrar el diseño desde su lado superficial, que podemos ofrecer grandes beneficios y que el diseño no es un lujo, más bien una inversión? Y el máximo ejemplo de esto lo tuve en ese mismo congreso, mientras intentaba hacer networking explicando cómo mi empresa de diseño podría generar grandes beneficios a otras empresas, ¿mi error? mencionar la palabra diseño, porque entonces lo siguiente que las personas escuchaban era “como haciendo las cosas más bonitas la empresa podía ser mejor” ¡por supuesto que nadie me comprendía! pues que idea tan superficial acababa de decir. No los culpo por su ignorancia en el tema, nos culpo (creativos) por no saber mandar el mensaje correcto a las personas correctas, nos enseñaron a vender proyectos arquitectónicos a otros arquitectos, a exponer en concursos de arquitectura, a dar conferencias en congresos de arquitectura ¡como si nuestros futuros clientes fueran los arquitectos! (no tengo nada en contra de este tipo de eventos, por el contrario, me encantan y creo imperdible el informarse de este tipo de ideas y profundizar en diseño).
Este es el punto en donde considero que nos estamos quedando en nuestra zona de confort, y que funciona perfecto si nos queremos vender a otros arquitectos para que nos contraten (lo cual es completamente válido). ¿Qué sucede cuando queremos poner nuestras propias reglas del juego? Pues te diré, no es fácil, no te lo recomiendo si no sabes lidiar con estrés, compromiso, inseguridades, si no tienes pasión y si no tienes un propósito para hacerlo, pero vale toda la pena del mundo arriesgarse para crear tu propio impacto.
Ser arquitecto “independiente” (porque nunca estás solo) es creerte emprendedor, es saber (al menos lo básico) de finanzas, logística, leyes, administración, recursos humanos, marketing y todo lo que tenga que venir para que tu empresa exprese su máximo propósito. Una constante en los despachos de diseño es que también solemos asociarnos con otros diseñadores, y sucede precisamente el mismo fenómeno que en los congresos de diseño y negocios, perdemos la oportunidad enorme de darle al diseño una nueva perspectiva, ¿Qué resultaría si mezcláramos los conocimientos de diseño y medicina? ¿El despacho con los mejores hospitales y/o los mejores instrumentos de cirujía? No digo que una forma sea mejor que otra, solo expongo que no podemos quedarnos en la zona de confort y perdernos de oportunidades, porque entonces competimos con el resto de los egresados que están creando despachos con la fórmula del estatus quo arquitectónico.
La segunda parte de este blog va dirigido a un llamado de acción ante los cambios que queremos hacer como sociedad, y no existe mejor forma de hacerlo que con política. Si son como yo seguramente huirán ante el término política ¿Quien quiere formar parte de lo que por años ha sido un tema de poca transparencia en el país? más que los políticos por supuesto. Y hago nuevamente la invitación de salir de nuestra zona de confort, porque los empresarios también hacemos política o mejor dicho también deberíamos estar involucrados en el proceso de hacerla. Si para este momentos estás pensando en el monopolio que es la política y como solo las grandes empresas son tomadas en cuenta para decisiones de ese peso, te pregunto ¿Y qué hemos hecho nosotros para ser tomados en cuenta? podemos quejarnos y no tomar responsabilidad por las decisiones públicas o podemos esforzarnos un poco más por ser parte de los cambios que queremos ¿va a ser fácil? no, pero sí existen formas de empezar.
Esto me lleva a la segunda anécdota, nuevamente siendo parte de un foro para emprendedores, el cual yo desconocía que era organizado por una dependencia pública, y de lo cual me alegro porque seguramente si hubiera puesto en mi mente “el gobierno está organizando un foro para emprendedores” hubiera priorizando todos los pendientes que tenía para no asistir. Nuevamente un foro donde se exponían las políticas y programas que el gobierno estaba llevando a cabo para el apoyo a emprendedores en la ciudad, un foro que pretendía agrupar a las PyMes locales para discutir temas públicos de interés para empresarios, un foro donde pedían la opinión de los involucrados, nuevamente un foro en donde faltaban empresarios. ¿Dónde se encontraban los doctores con consultorios privados? ¿Los nutriólogos? ¿Las agencias de marketing? y por supuesto ¿los líderes de despachos? ¿Es acaso que no nos vemos a nosotros mismos como empresarios? No encajamos con el estereotipo de persona de negocios, y no hemos inventado nada extravagante para comercializar esa idea; pero sí que manejamos personal, distribuímos recursos, generamos procesos y aportamos valor a la sociedad. Ser parte de la política también involucra un proceso difícil y cada ciudadano aprende la manera en que quiere aportar, y más difícil aún romper el estigma de lo que hacer política significa, no digo que el día de mañana todos nos lancemos a candidaturas pero creo que sí podríamos empezar por concientizar de la responsabilidad que implica ser un buen emprendedor, porque también somos responsables del crecimiento económico, del desarrollo social y de tomar acción ante temas que nos importan, es decir hacer política.
Ser emprendedor no es fácil, todo mundo te dice de lo increíble que es ser tu propio jefe y los grandes beneficios que tendrá tu despacho al momento de llegar al éxito, pero nadie te dice todo lo que tienes que invertir para que eso suceda, nadie te dice que también tienes días grises, que también tienes que salir de tu zona de confort y aprender de temas que no te gusta, nadie te dice que desde ahora todo lo que haga tu empresa tendrá un impacto en su entorno y que entonces tienes que ser ciudadano, y uno muy responsable. Yo quiero ser empresaria, porque esta fue la manera en la que puedo revelarme ante el status quo, de seguir otros modelos de arquitectura, otras formas de transmitir el diseño, de hacer más grande el impacto que quiero generar; quiero ser empresaria porque quiero transmitir estas ideas a otras personas, y no repetir la forma de operar de otras empresas poco conscientes, quiero ser empresaria porque quiero dar otro tipo de oportunidades; y espero que este sea el caso de muchos profesionistas actuales, que nuestra actualidad añora más ciudadanos valientes.