El diseño ha sido un acompañante fiel de la evolución humana, desde las primeras agrupaciones de rocas que conformaban los primeros asentamientos humanos, las primeras expresiones de arte y los primeros experimentos e inventos que pretendían facilitar la vida del hombre. Pero el diseño no había tenido reconocimiento hasta los últimos 200 años. Es paradójico analizar que el diseño ha pretendido crear soluciones para la humanidad, y al final hemos sido los mismos humanos quienes solo hemos terminado con problemas aún mayores.
El diseño crea soluciones, quien piensa que el diseño solo funciona para que las cosas sean “más bonitas” se equivoca, así como de equivocado está quien piensa que el diseño solo es un lujo, el que subvalora el poder del diseño en la vida diaria, o aquella persona que vive en su propia prisa sin comprender que ese estilo de vida ha sido diseñado para alguien justo con ese perfil.
¿El diseño es belleza? por supuesto que sí, todos necesitamos estética, pero la belleza es tan subjetiva que es correcto asegurar que todos podemos crear belleza; ¿El diseño es consumismo? puede serlo sin lugar a duda, si el fin último del diseñador es el consumo excesivo de su producto; ¿El diseño provoca problemas? Toda acción genera una reacción, la ausencia o el mal diseño tiene también su peso en el mundo, ¿podemos promover la desigualdad? sí, ¿Podemos acelerar la contaminación y los problemas ambientales? sí, ¿Podemos impactar en los movimientos sociales y políticos? sin lugar a duda sí. Pero si somos capaces de crear todo esto, entonces también somos capaces de crear un impacto positivo en nuestra sociedad.
Diseñamos para crear soluciones, ¿Y que es una solución? es procurar el bienestar, el equilibrio, el mejoramiento continuo; es innovar, es mejorar la actualidad, es mejorar la calidad de vida. Para nosotros cada diseño forma parte de algo más grande, pero al mismo tiempo es una pequeña partícula cargada de reflexiones, de pensamientos, de emociones, de formas de hacer re- y e- volución.
El diseño nos ha llevado a la incomodidad: a no estar de acuerdo con la forma en la que las cosas “se han hecho por años”, a querer cuestionarnos las “imposiciones de la realidad”, a no estar de acuerdo con muchas posturas para entonces poder presentar una propuesta que invite a cuestionar, a reflexionar, a experimentar cosas distintas y que altere emociones que han sido suprimidas.
Diseñamos para crear un impacto positivo en nuestro entorno, dejando una parte de cada uno de nosotros, y así promover la revolución.